Estos son sus principales beneficios:
Es el material con mayor resistencia mecánica a los golpes.
No se puede abrir sin que se aprecie que ha sido manipulada.
Su opacidad impide la destrucción de las vitaminas de los alimentos que transporta, que se ven afectadas por la luz.
Es un envase herméticamente cerrado, lo que resulta esencial para la conservación y utilidad de todos los productos.
Se reutiliza el 100% de su material en la fabricación de nuevo acero. Además, posee la mayor tasa de reciclaje entre los envases de alimentos en el mundo.
Es uno de los productos con más posibilidades de reúso en diversos ámbitos.
Puede recuperarse fácilmente de la corriente de desechos mediante electroimanes.
Expuesto a la intemperie, un envase desaparece en pocos años, convirtiéndose en óxido de hierro, inocuo para el suelo.
Las latas proporcionan la vida útil más larga de cualquier alimento. El alimento envasado en latas está protegido del aire, de los gérmenes, la luz, oxígeno y de otros factores, logrando generar menos desperdicio.
Su eficiencia cúbica ligera y la falta de necesidad de refrigeración permiten su envío y almacenamiento a un bajo costo.